Descubre el poder ancestral de la curcumina, el principio activo de la cúrcuma, en una crema formulada para iluminar, calmar y rejuvenecer la piel con eficacia y suavidad.
Beneficios destacados:
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Antiinflamatoria y calmante: ayuda a reducir la inflamación, el enrojecimiento y la irritación, haciendo que sea ideal para pieles sensibles o con acné, rosácea o eczema.
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Antioxidante y antiedad: combate los radicales libres, promueve la producción de colágeno y elastina, y contribuye a retrasar los signos del envejecimiento.
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Aclara y unifica el tono de la piel: inhibe la producción de melanina, lo que ayuda a reducir manchas oscuras, hiperpigmentación y ojeras.
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Antimicrobiana: combate bacterias que provocan acné, ayudando a limpiar los poros y prevenir brotes.
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Mejora el brillo y la textura: favorece la microcirculación, promueve la regeneración celular y aporta un aspecto más luminoso y uniforme.
Además, las formulaciones modernas de cosmética con cúrcuma suelen diseñarse para evitar las manchas amarillas características de la especia, integrando ingredientes técnicos que ofrecen sus beneficios sin la pigmentación residual.
Modo de uso recomendado:
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Aplicar una cantidad moderada sobre la piel limpia y seca (rostro y cuello).
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Masajear suavemente con movimientos circulares hasta su completa absorción.
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Usar mañana y/o noche, según las necesidades del cuidado diario. En caso de sensibilidad, comenzar con una aplicación diaria.
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Para manchas específicas o brotes de acné, se puede usar como tratamiento localizado antes del hidratante habitual (efecto calmante y aclarante).
Precauciones:
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Hacer prueba de parche antes del primer uso, especialmente si la piel es muy sensible.
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Suspender su uso en caso de irritación persistente o reacción adversa.
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Considerar el uso de protector solar diario, ya que la cúrcuma puede hacer la piel más sensible a la radiación UV.